Cómo hacer cambios duraderos

Foto por Diana Gómez

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Por Sara Trejo de Hernández

Si tuvieras la lámpara de Aladino en tu poder, ¿qué peticiones le harías? Tal vez estés pensando: Tener mucho dinero, salud, amigos y viajes. Sin embargo, habría cosas que el genio no podría darte, como estar firme para cambiar malos hábitos, adicciones, actitudes malsanas, mejorar tus relaciones deterioradas o ser un buen estudiante. Eso te corresponde a ti.

Las personas que tienen problemas con el control de su ira, después de que explotan y se enfurecen, se sienten arrepentidas y quieren cambiar, pero no lo consiguen y además hacen mucho daño con sus acciones a los que están a su alrededor.

Para quienes tienen problemas de peso tampoco es fácil dejar de comer lo que engorda o les hace daño. Para los jóvenes, dedicar tiempo al estudio en vez de jugar en la computadora o ver sus redes sociales es una tarea titánica. No es nada sencillo mantenerse firme en algo, aunque sea importante y bueno. ¿Qué puedes hacer para lograrlo? He aquí algunas sugerencias prácticas.

TOMA LA DECISIÓN

Algunas personas no cambian porque dicen no poder hacerlo, pero esa expresión en realidad significa: no quiero. Entonces no logran nada porque ya lo decidieron. Así que lo primero que tienes que hacer es estar convencido en verdad, no porque otros quieren que lo hagas o te presionan, sino porque tú lo quieres.

LOS MINICAMBIOS

Necesitas un plan de acción, que contemple a dónde llegar y cómo hacerlo. La idea de “solo por hoy” es muy valiosa. Para lograr un gran cambio se empieza por algo pequeño, un día y un paso a la vez, en la dirección correcta.

APÁRTATE DE LA TENTACIÓN

En un curso para bajar de peso aconsejaban que al ir a realizar las compras no se pasara por los pasillos peligrosos: de panes, galletas y dulces. Así es con todo lo demás: evita lo que te aparta o distrae de la meta.

RODÉATE DE GENTE QUE TE APOYE

Compartir el plan con alguien que te anime es muy importante. Infórmale con honestidad cada semana cómo vas con tu decisión y acepta que te llame la atención y te aliente a no claudicar.

RECURRE A LA MEJOR AYUDA

Necesitamos la intervención de Dios para realizar grandes cambios. La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

Si quieres la victoria, pide la ayuda de Dios cada día, obedece sus mandamientos y no claudiques. Dios te va a acompañar en el proceso. ¡Comienza ya!

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