6 buenas razones para mantenerse activa en casa

Foto por Diana Gómez

Foto por Diana Gómez

Por Carla García Blumenkron

Es tiempo de cuarentena y como sabemos, no podemos salir a caminar o correr. Ir al gimnasio tampoco es recomendable. Estamos en casa todo el día y puede resultar frustrante, monótono y en ocasiones aburrido. Existen muchas razones que parecen impedir que nos mantengamos activas. 

Intentamos adaptarnos a las nuevas rutinas y a los cambios en nuestra vida social. El trabajo, los hijos y las tareas escolares, entre otras cosas, absorben la mayor parte de nuestro tiempo.

En las redes sociales, internet o revistas, leemos cientos de recomendaciones de expertos para cuidar nuestra salud durante la cuarentena. Una de ellas es: realizar actividad física. Pero pensamos “no es tan sencillo” o “no tengo tiempo”.

Nuestras ocupaciones o, más bien, la falta de organización, hacen que dejemos al ejercicio en el último lugar de nuestra lista de prioridades y cuando al fin lo intentamos, por cualquier situación desistimos y nos frustramos. 

Si aún necesitamos un empujón extra para empezar, a continuación tenemos una lista de seis buenas razones para levantarnos de la silla y comenzar a movernos.

1.Mejora nuestro estado de ánimo.

Si nos sentimos tristes, cansadas, enojadas o frustradas, una de las mejores cosas que podemos hacer es levantarnos y movernos.

Está científicamente demostrado que realizar actividad física con regularidad disminuye la depresión y ansiedad. Durante el ejercicio se liberan diversas hormonas y neurotransmisores como la dopamina, que nos producen una sensación de calma, placer y felicidad.

2. Mejora nuestra salud física.

Si en nuestra familia existen antecedentes de diabetes, hipertensión, cáncer o alguna otra enfermedad crónica, realizar ejercicio nos ayudará a disminuir el riesgo de desarrollar alguna de ellas; o controlarla y evitar complicaciones, en caso de padecerlas. 

3. Nos mantiene más ágiles para realizar nuestras actividades diarias.

No importa nuestra edad ni condición física, todas podemos movernos y mantenernos activas. Encontremos una rutina adecuada, hay muchas opciones. Esto ayudará a que los dolores y el entumecimiento de nuestros músculos (que en ocasiones pueden aparecer por la falta de ejercicio) disminuyan.

4. Nos desafía a mejorar nuestra alimentación.

La alimentación balanceada y el ejercicio van de la mano y son formas de cuidar nuestro cuerpo. Si nos estamos esforzando por movernos más, ¡intentemos comer saludablemente también! Esto traerá más beneficios a nuestro cuerpo.

5. Es divertido.

Busquemos algún baile o canción que nos anime, juguemos con nuestros hijos un videojuego con movimiento, practiquemos un deporte con la familia en casa o interactuemos con nuestras mascotas. Nuestros cuerpos fueron hechos para moverse y es una bendición hacerlo. Mientras nos movemos, sonriamos y disfrutemos ese maravilloso regalo. 

6. Nos ayuda a sentirnos más sanas y hermosas.

Dios nos creó con un diseño único y maravilloso. Cuidar nuestro cuerpo, alma y espíritu nos recuerda que todas tenemos un hermoso propósito, que es glorificarlo a Él con todo lo que somos.

Sin duda hacer ejercicio es bueno, nos mantiene fÍsicamente aptas para cumplir la misión de Dios y poder servir a los demás. 

Dios conoce y suple cada una de nuestras necesidades, incluso la disciplina para intentar algo nuevo. Solo hay que empezar y veremos que poco a poco podremos hacer del ejercicio un hábito en nuestra vida.

Tal vez también te interese leer:

Razones de peso para moverte     (Si aún no encuentras el estímulo adecuado, lee este artículo)

No agradable, pero importante    (Cualquier cambio requiere esfuerzo)

Pensamientos después de hacer ejercicio  (Conoce más sobre el proceso de tu cerebro)

El ejercicio en la vida del adulto mayor   (Lo valioso de considerar siempre el ejercicio)

6 lecciones que aprendí mientras corría    (¿Qué aprendes tú en tu ejercicio?) 

Cómo correr diez kilómetros en 10 pasos     (Tips útiles para tu ejercicio)

Anterior
Anterior

6 lecciones que aprendí mientras corría

Siguiente
Siguiente

Cómo correr diez kilómetros en diez pasos